





De Biescas al Plan d’Usabas
Tierra de Biescas, territorio ‘Pelaire’.
‘Pelaire’ es el gentilicio de las gentes de Biescas (además de biesquenses). La palabra en sí es guapa de narices. Mola decirla aunque no venga a cuento. No sabía, y me ha parecido curioso, que el pelaire era (es, que alguno/a quedará) la persona que se encargaba de cardar la lana.
«Pelaire ye un oficio artesanal que consiste en preparar a lana que dimpués s’ha de teixer.»¿De estos antiguos oficios vendrá el dicho de «unos cardan la lana y otros llevan la fama»? Aquí somos de cardar, por lo menos en lo que a bici se refiere. Como última curiosidad, se denomina ‘Pelaire’ al toro de fuego que más petardos y borrachos tira en las fiestas patronales de Biescas. Lo que vendría a ser el ‘toro más tocho’
Después de la sección de ‘cosas que no le importan a nadie’ (o sí), vamos con la puyata. El puerto empieza a la vez que lo hace la carretera del Sobremonte, a poco más de medio kilómetro de Biescas dirección Portalet.


Algo más de tres kilómetros de asfalto para empezar. El mítico y no muy conocido puerto de Sobremonte. Apenas tiene circulación, y la pendiente va de más (picando mucho) a menos (sigue picando), hasta llegar al desvío que te va a meter en la pista que remonta el Barranco del Puerto.
Los primeros kilómetros de tierra por el bosque de Siaras son para disfrutar. Sin pendientes serias, se podría decir que casi sin pendientes en este tramo. Verás toda la tierra de Biescas, el bosque de Asieso y la sierra de Tendeñera que quedan a tu derecha. Bien entrada la primavera o en otoño, es un espectáculo de colores.
Pasados los ocho kilómetros de subida, la pendiente media sube de poco a moderada, y se va a mantener más constante pero sin llegar a ser seria. Este es un puerto que se sube a plato. Vas ganando altura atravesando varios barrancos, hasta llegar al refugio del Barranco del Puerto o de Furcunfiecho. A partir de aquí el estado del suelo empeora un poco, pero lo compensa el paisaje y la sensación que vas a tener de alta montaña. Dejas la fuente de la Hornera a la derecha, cruzas una última vez el Barranco del Puerto y coges un último desvío a la derecha, dejando la Loma Estacho a la izquierda. Mucha información, pero sólo tienes que seguir la pista principal.
Te quedan algo menos de dos kilómetros casi en línea recta para hacer cima. A tu derecha quedan las zonas conocidas como las Arenosas y la Espelunga. Si te fijas verás varias cuevas en la pared. La más llamativa es la cueva Os Cachals.
A los mil setecientos metros la pista se vuelve impracticable. Festival de pedruscos. Estás a las puertas del Plan d’Usabas y la puyata ya estaría. Si te mola el cicloalpinismo y portear tu bici, puedes seguir valle arriba y contarnos qué te encuentras, seguro merece la pena.