De Plan a la Cruz de Guardia
Subida a la mítica Cruz de Guardia por su vertiente oeste, desde el pueblo de Plan. Puerto largo pero bastante llevadero, con un terreno de asfalto a tierra en perfectas condiciones, superando los 2000 metros de altitud. Si no te parece un buen PLAN (perdón pero tenía que hacerlo) yo ya no sé que ofrecerte.
Mítica es la Cruz de Guardia y mítico es el valle por el que pedaleas. La bal de Chistau o el valle de Gistaín, o como lo quieras llamar, que para eso tenemos hasta tres lenguas en Aragón. «Tres lenguas y un corazón, volad, volad palomicas, al cielo azul de Aragón» (vaya temazo). No me canso de repetir que este valle es una de las mejores zonas para la BTT de todo el Pirineo, sobre todo a lo que pistas de tierra se refiere. Puertos de paso y subidas de todos los colores.
Valle muy especial al que personalmente, y «No sé bien porque» (otro temazo) le tengo un cariño especial. Hay que saber que hasta mediados del siglo XX no tuvo acceso por carretera al mismo. Por no decir que casi no lo sigue teniendo, porque vaya tela de acceso. Para andar en bici es bonito de narices pero para hacerlo en coche tiene miga. Quizá esto sea lo que le de ese aspecto de salvaje al lugar que a los que «Somos» (otro temazo) de ‘fuera’ nos engancha. Supongo que los chistabinos querrán (y se merecerán seguro) un acceso más digno. Eternas son las promesas de remodelación de carretera y aquel asfaltado de Sahún…
Independientemente de como se agrupen, el valle lo forman los pueblos de Sin, Serveto, Saravillo, Plan, San Juan de Plan y Gistaín o Chistén. En realidad se agrupan alrededor del Cinqueta, que es el río que moldea el valle. En San Juan de Plan puedes comprar la mítica miel de ‘La Abella Chistabina’. Es algo que no viene a cuento pero que me apetecía contarte.
Como he dicho antes, es una subida bastante llevadera. Dentro de que acumulas más de mil metros de desnivel, superando los 2000 metros de altitud y con una pendiente media que roza el siete por ciento en algo más de quince kilómetros de recorrido. Vamos que llevadero es, pero da para Hors Categorie en toda regla.
Empezando en asfalto, cambias a tierra una vez pasado Chistén y aquí es donde te viene el tramo más duro. Unos dos kilómetros algo picantes que suavizan una vez que pasas por las bordas de la zona de ‘La Poma’. Con unas pendientes más moderadas pasas por el refugio de Bargasera, el cruce y el desvío de Sin y llegas al collado de la Cruz de Guardia que es donde termina el puerto. El valle de Bielsa lo tienes delante (las vistas son crema) y el refugio de Pardinas te queda ‘llaneando’ al final de la misma pista.