Más cicloturista que el Angliru
Alto del Gamoniteiro (o Gamoniteiru). ¿Puede que sea actualmente el puerto más duro de España junto al Angliru? ¿Cuál es más duro de los dos? En esta guerra Antonio Toral definía al Gamoniteiro como el más cicloturista, siendo el Angliru el más difícil de subir. Me pareció la mejor forma de definirlo, la más grande de las subidas cicloturistas del país. Angliru ya es otra cosa. Lo más curioso es que están uno al lado del otro. ¡Asturias paraíso ciclista! Puede que sea el sitio del mundo con más kilómetros asfaltados por encima del 10% de pendiente media…
Para hablar del Gamoniteiro hay que hablar de La Cobertoria, ya que comparten parte del recorrido. Es más, se podría decir que el Gamoniteiro es una prolongación de la Cobertoria en su vertiente de Pola de Lena (vaya prolongación). El puerto se puede definir en cinco palabras. Las que usó Alex Zülle (que míticas sus gafas) en 1993 tras caerse en la bajada del mismo: «Agua… bici, flores; culo, suelo». El suizo dejó de luchar esa Vuelta en la misma etapa que su compatriota Rominger levantaba los brazos en el alto del Naranco y sentenciaba la carrera. Por cierto, cómo molaban los ciclistas con gafas, de ver me refiero, no de sol. Me viene a la cabeza ahora mismo el mítico Laurent Fignon. La cosa va de mitos hoy.
La Cobertoria une las localidades de Santa Marina y Pola de Lena y se corona a 1.173 metros de altitud. Situado en la sierra del Aramo, dentro de la Cordillera Cantábrica, alberga en su cima una necrópolis megalítica que incluye seis megalitos. De hecho, el nombre de Cobertoria, puede venir de las grandes coberteras de piedra que cubrían los túmulos. ¡Puerto con mucha historia!
Bastante más reciente en lo que ciclismo profesional se refiere. Desde su estreno en 1988 la mítica subida asturiana ha sido puerto de paso en la Vuelta a España en 13 ocasiones, además de ser final de etapa en el año 2006. La victoria entonces fue para el peculiar ciclista kazajo Alexander Vinokourov. Desde 2014 lleva el sobrenombre de cima Juan Álvarez ‘Penerón’ en homenaje al mítico ciclista natural de Lena.
La Cobertoria de por sí ya es dura, pero si quieres llegar a las antenas del Gamoniteiro, aún te queda casi la mitad del camino. Después de un pequeño tramo de bajada para engañar las piernas, te vienen cinco kilómetros y medio de delicioso sufrimiento a una media que supera el 11%. Muchos picos de pendiente, algún que otro descansillo y un último kilómetro terrorífico (el peor de toda la subida). Sus números totales: 15 kilómetros rozando el 10% de media. «No hace falta decir nada más», que diría Bernd Schuster.
Si este puerto tiene algo además de dureza es belleza. Aquí sí que supera a su vecino el Angliru. Desde que coges el cruce y abandonas La Cobertoria, la ‘carretera’ se estrecha, el ‘asfalto’ se hace rugoso y el puerto se abre dejándote ver la maravilla de paisaje que te rodea. Es un auténtico espectáculo disfrutar sufriendo en estas rampas. Si te gusta el fútbol, pedalear aquí es como jugar en Anfield o en Wembley. ¡Fuera de categoría! Con el aliciente, además, de coronar un puerto ciclista y una montaña, concretamente la más alta de toda la sierra del Aramo (1.791 metros). A mí es una sensación que me gusta especialmente, ya que en Pirineos, donde vivo, casi siempre que coronas un puerto queda montaña por subir a tu alrededor (aunque no sea posible hacerlo en bici). Llegar a lo más alto en bicicleta mola.
Se estreno en la Vuelta de 2021 con victoria para el colombiano ‘Superman’ López. Dos días después, en la penúltima etapa, abandonaría la carrera al bajarse de la bici por quedarse cortado del grupo de los favoritos. «Bueno, yo me quedo por aquí. Fue un placer señores». Un pie a tierra de los más polémicos de los últimos tiempos. No me quiero imaginar a Chente esa tarde en el hotel. Aquel si fue ‘el día menos pensado’. Que conste que me parece uno de los mejores escaladores que hay actualmente en el panorama ciclista. Espectáculo con y sin bicicleta.