





De Lanave a Monrepós
Monrepós. Puerto de paso mítico de acceso al Pirineo. Hoy en día es una amplia autovía de varios carriles, que permite cubrir una distancia de Zaragoza – Jaca (por ejemplo) en poco menos de hora y media. Pero no siempre fue así, ya que esto es fruto de varias modificaciones de sus primeros trazados. Desde que tengo memoria, siempre la recuerdo en obras.
Esos antiguos trazados siguen ahí. Hoy en día ‘jubilados’ y en desuso, cosa que mola para ‘andarlos’ en bicicleta. ‘Aptos’ hasta para bicicleta de carretera (esquivando algún que otro socavón en el asfalto). El paso principal era de Nueno a Lanave, pero se podría decir que es un puerto con cuatro vertientes: Nueno al sur, Serué al oeste, Belsué al este y Lanave al norte (este lo hacemos puyata).
En lo que a ciclismo profesional se refiere, Monrepós ha sido puerto de paso en la ‘Vuelta a España’ en 16 ocasiones. ¡Poca broma! Como dato curioso, en la clásica ciclista Zaragoza – Sabiñanigo del año 1987, el pelotón se detuvo ante la entrada del túnel de la Manzanera, como protesta por la poca iluminación del mismo. Hoy en día y ya ‘cerrado’, sigue sin iluminar. Lo puedes cruzar en bicicleta (aconsejable linterna). Por cierto, cuenta la leyenda, que si bebes agua de la fuente de la Manzanera (en la boca del túnel) volverás a estas montañas.
Además (y por seguir con las dos ruedas), cada diciembre desde 1974, se celebra la reunión de motoristas más antigua de España, conocida como ‘Reunión Invernal de Arguis’.
El puerto empieza sobre el puente del río Guarga. Justo en la rotonda donde va a parar la carretera de ‘La Guarguera’, aquella que desemboca en Boltaña. Tras un pequeño tramo de asfalto por la antigua (la menos antigua) carretera de Monrepós, giro a la derecha, pequeño tramo de grava, y entras en la ‘carretera’ original.
Algo más de cinco kilómetros y medio en torno al 5% de pendiente media. Asfalto trillado pero medio decente para subir con una bicicleta de carretera. Tráfico inexistente y pendientes de suaves a moderadas. Tramo muy bonito y sobre todo disfrutón. Prácticamente a plato.
Dejando el desvío de Serué a la derecha, vas a pasar por el despoblado de Escusaguás (Escusaguat en aragonés). Fue un pequeño lugar de paso, que sobre todo acogía a pastores y ganado trashumante, que bajaba del Pirineo a tierra baja y viceversa. Me mola como suena el nombre del pueblo y seguro que es curioso saber su toponimia. Si alguien sabe algo del tema y me quiere escribir, «Agradecido» que cantaba el Rosendo.
Después de pasar por encima de la nueva autovía, coges un último desvío a la derecha y encaras la última parte del puerto. Algo menos de cuatro kilómetros por encima del 6% de media (carretera antigua pero en buen estado), con un tramo al 14% (este es de asfalto más nuevo) antes de hacer cima. «Al norte los Pirineos» que cantaba el José Antonio. Sólo tienes que darte la vuelta.