De Mequinenza a Montnegre
Estás en Mequinenza, localidad de la comarca del Bajo Cinca en la provincia de Zaragoza. «Lo poble», situada en plena «Francha de Llevant» en la confluencia de los ríos Segre y Ebro, entre los embalses de Mequinenza y Ribarroja en pleno Mar de Aragón. ¡Ojito a la ubicación! Lo que no sé es si entre tanta agua habrá peces de ciudad.
Sin ser yo aficionado, el nombre de Mequinenza me suena a pesca. Cada año, sus embalses reciben montones de gente proveniente de todas las partes del mundo, buscando la picada de carpas, luciopercas o back-bass, además de la lucha con el gigante de estos lugares: el siluro. Por otro lado, el pueblo dispone de un campo de regatas para remo y piragüismo considerado como uno de los mejores de Europa. Si juntas todo esto con una bicicleta te sale un fin de semana ‘apañadico’.
En el mismo pueblo comienza la subida que te lleva al pico Montnegre. ‘Quematurrones’, ‘quitaresacas’ o ‘calientaorejas’. Llámalo como quieras, pero son algo más de tres kilómetros que pican lo suyo. Un híbrido entre asfalto y hormigón apto hasta para bici de carretera.
La cosa empieza fuerte. Aún no te has subido a la bici y ya te viene el primer tortazo. Después de estabilizarse un poquito la subida y tener otro mini pechugazo, te viene un descansillo. Coges aire, dejas a un lado el desvío que te lleva de nuevo a Mequinenza y sálvese quien pueda de aquí hasta la cima.
En dirección sur, vas ganando altura rápidamente. Te va a tocar pedalear por tramos prolongados rozando el 12% de pendiente media, con picos del 15%, hasta llegar al cambio de suelo y el inicio del hormigón.
Curva de herradura a la izquierda y medio kilómetro al 14% de media. ¡Una maravilla! Sólo te queda un último empujón hasta llegar al comienzo de la tierra, que es el final del puerto. Las antenas del pico Montnegre te quedan girando a la izquierda en el cruce, unos metros más adelante. Muy bonito subir este puerto en días de niebla densa. Lo que abajo parecía un día de perros se convierte en un auténtico mar de nubes bajo un sol que aplana en la cima.
Bonus track: El topónimo del pueblo proviene de Miknasa, una tribu bereber que edificó un asentamiento defensivo en el castillo de Mequinenza en el siglo VIII. Se latinizó como Miquinencia, pasando por diferentes nombres hasta llegar al Mequinenza de hoy en día.
Bonus track 2: ¿Qué versión de ‘Peces de ciudad’ te mola más?