El puerto que tumbó a Miguelón
El Port de Larrau. Paso de montaña fronterizo que une los pueblos de Otxagabia (Pirineo navarro) y Larrau (Pirineo vascofrancés). Se corona a 1585 metros según el cartel del puerto, o 1579 según APM. Por ahí andará la cosa. Dos vertientes muy diferentes en números, pero muy parecidas en paisaje. Son subidas más cerradas al comienzo, que terminan a cielo abierto rodeadas de unos tapetes verdes de la leche llegando a cima. Praderas y montañas que parecen haber sido cubiertas por una empresa de césped artificial. Muy a tope con esta zona del Pirineo no tan masificada ideal para el cicloturismo, a la que, como verás más adelante, el Tour de Francia tiene un poco olvidada (no sé si ‘Para mal o para bien’ que decía el gran Rosendo).
Los números:
– Otxagabía: algo menos de 11 kilómetros de subida al 6,5% de media. Sin grandes picos de pendiente, es una ascensión constante que se hace muy llevadera.
– Larrau: aquí llega el monstruo de la última pantalla. Casi 15 kilómetros de subida que supera el 8% de pendiente media, pero ojito que engaña, 11 kilómetros y medio superan el 10% de media. Por no hablar de los numerosos picos de pendiente que llegan a picar el 16%. ¡Telita! Estás ante uno de los puertos más duros del Pirineo en general.
Como decía antes, es un puerto muy poco frecuentado por el Tour de Francia. En concreto solamente se ha subido en dos ocasiones (las dos por su vertiente de Larrau). La primera en 1996 vió sufrir a Miguelón. Se le atragantaron sus rampas y llegó con tiempo perdido a meta en una etapa que precisamente terminaba en Pamplona. Venía ya de reventar en Hautacam en la jornada anterior y aquí terminaba su idilio con la carrera francesa. ¡Grande Indurain! El primero en coronar aquel día fue un tal Richard Virenque. ¿A qué no me sabes decir quién coronó en primera posición la segunda vez que se pasó por aquí en 2007? ¡Cago en sos! José Vicente García Acosta. No tengo recuerdo de aquella etapa pero no me quiero imaginar lo que se retorcería el navarro escalando estas rampas. ¡Grande Chente! ¿Cogería la fuga de la fuga aquel día?
No termino de entender el ‘abandono’ del Tour por esta zona del Pirineo en la que se podrían hacer encadenados de puertos durísimos. Del mismo Larrau sale la subida al col de Bagargi (en la que te vas a encontrar la maravillosa cifra de 6 kilómetros al 11% de media). Su otra vertiente enlaza los puertos de Burdinkurutzeta (dudo que lo haya escrito bien) y Chalets de Irati. Pudiendo alarga la subida hasta el collado de Sensibil. Más hacia el oeste tienes Organbide y Errozate. Por no hablar de las numerosas vertientes que tiene la Pierre de St. Martin (este tiene un apartado aparte, pero por curiosidad búscate en Google su paso por Issarbe). En definitiva, muchísimos kilómetros por encima del 10% en los que disfrutar sufriendo encima de tu bicicleta. Lástima que no se puedan disfrutar también desde el sofá.
Lo bueno de todo esto (como decía el niño de la piscina en Teruel) es la tranquilidad. Es una auténtica gozada pedalear casi en solitario por estas carreteras en las que el tráfico es más bien escaso. Me crucé más ciclistas que coches y eso es una maravilla. Como maravilla es la selva de Irati, el segundo mayor hayedo de Europa. Un espectáculo donde perderse pateando si te cansas de tanto dar pedales.
Si te molan las marchas cicloturistas, échale un ojo a la Irati Xtrem y Larra-Larrau. Una buena manera de conocer el entorno del que te vengo hablando.