De Senegüe a punta Güe
Estás en Senegüé, localidad que pertenece al municipio de Sabiñánigo, en la comarca del Alto Gállego de la provincia de Huesca. Donde empieza el conocido como camino de Larrés, dejando la fábrica Bieffe a la derecha, empieza el puerto.
Senegüé se encuentra emplazado en el mismo lugar en que se hallaba una morrera central del glaciar que provocó la formación del valle de Tena. ¡Ojito al dato! En el mismo pueblo puedes visitar el Centro de Interpretación de los Glaciares, situado en la torre de los Baguer. Pensaba que era el único museo de este tipo que puedes ver en Aragón, pero resulta que por lo menos hay otro en Eriste (cosa que no sabía, gracias Alberto).
Ahora que ya sabes dónde te encuentras y después de la clase de historia, a pedalear te toca.
La pista en este primer tramo es perfecta. Dejando atrás un almacén, donde por cierto, ten cuidado con el perro, está a punto de saltar a morder (temazo de Barricada), tendrás que coger un primer desvío a la izquierda, siguiendo la curva de herradura. Después de otra curva a derechas y una pequeña recta, llegarás a un cruce. Ahí tendrás que tirar hacia la derecha y verás un mar de piedras (camino).
Estás en la zona conocida como la Corona de Senegüé y es la zona más incómoda del puerto, una recta que se hace muuuuuy larga. Si levantas la vista verás la cima de Punta Güe a la derecha. Al terminar la recta, pequeña bajada y justo después de pasar el barranco Abate, tendrás que coger un desvío a la derecha donde la pendiente ya se empieza a poner juguetona.
Sigues ganando altura mediante curvas de herradura, cosa que no sé porque, pero siempre mola. Ten en cuenta que la subida es cara sur y sombra hay más bien poca. Sobre todo en verano, bebe o empezarás a ver buitres haciendo círculos encima de tu cabeza. Aquí ya empieza a merecer la pena sufrir por las vistas. Sabiñánigo, Larrés y el valle del río Aurín, la Peña Oroel a lo lejos, más lejos aún la Collarada, Telera. Y cuando todo te parece bonito te van a venir 200 metros de recta a más del 21% con bastante gravilla suelta. Un auténtico parque de atracciones. Te va a tocar pretar el culo.
Con esta recta y hasta la cima, te viene el tramo más duro del puerto en lo que a pendiente se refiere. Lo bueno es que sólo te quedan 2 kilómetros para llegar arriba. Un último desvío a la derecha y último pechugazo para llegar a la torre contra incendios, que es el final de la subida. Aquí tienes vistas de 360 grados y una panorámica espectacular de los Pirineos.