De Villanúa al refugio de la Trapa
Estás en Villanúa. Al lado de la Cueva de las Güixas, en la calle del albergue juvenil del pueblo empieza el puerto que te lleva hasta el refugio de La Trapa.
Siempre había pensado que la cueva hacía referencia a las brujas, pero resulta que el nombre viene de una legumbre. Concretamente de la guixa, que era muy cultivada en los alrededores de la cueva. Aunque por otro lado, cuentan las leyendas que en su interior se celebraban aquelarres y a través de una cavidad en la roca que dejaba pasar la luz, en la sala de la ‘Chaminera’, las brujas se daban baños de luna llena para mantener su juventud. Muy curioso.
Durante la Guerra Civil, la cueva se convirtió en refugio de soldados y en ella sólo dormían los presos, que además construían los búnkeres. Hoy en día, en su interior se concentran alrededor de 2.000 murciélagos de nueve especies distintas.
En todo el macizo de Collarada se contabilizan cientos de cavidades o cuevas. Territorio de espeleología en todas sus vertientes. Todo esto os lo explicarán mejor en turismo de Villanúa, así que te recomiendo que realices la visita guiada a la cueva de las Güixas. ¡Te va a sorprender seguro!
Comienzas los primeros metros de la subida pisando asfalto, hasta que cruzas el barranco de Villanúa. Dejas atrás el pueblo, el puente del ferrocarril y empieza la tierra. Sin pendientes fuertes, es una subida de las que se llaman pestosas, en las que la bici parece que no rueda. Pista ancha con partes de mucha piedra y, aunque la mayoría de la subida es entre pinos y abetos, hay mas sol que sombra. Eso sí, la zona es preciosa, así que ánimo, pisa fuerte, pisa de verdad y no cedas jamás. A sudar que las vistas de la cima bien lo merecen.
Vas ganando altura pedaleando por encima del túnel del mítico Canfranero , pasando al lado del dolmen de Letranz, hasta llegar al cruce de caminos en la zona del Solano. Giras a la izquierda (a la derecha llegarías a la fuente del Paco) y sigues subiendo remontando el barranco de Villanúa, también conocido como Bozuelo, hasta llegar al refugio del Cubilar de la Espata.
Aquí el estado de la pista mejora bastante. Dejas atrás el barranco y después de un tramo de bajada afrontas el último repecho hasta el refugio de la Trapa. El sitio es un espectáculo. Clásico punto de partida para afrontar a pie la subida al mítico pico Collarada. Ya tienes un buen plan para hacer un duatlón.