Distancia
10,2 km
Desnivel
839 m
Pendiente media
7,8 %
Km más duro
13,6 %
Altura puerto
2.030 m
Nivel puerto
HC
De Panticosa al refugio del Verde
Aviso. Este puerto es muy bonito. Muy mucho. Tienes que salir de Panticosa por la carretera dirección al balneario. Justo antes de la barrera de corte de carretera, sobre los cuatro kilómetros y medio, sale una pista a la derecha. La coges, cruzas el río Caldarés, y en 200 metros verás otra pista con una barrera que sale hacia la izquierda. Ahí empieza la subida. Parece complicado, pero se encuentra fácil.
El puerto se podría decir que pertenece al ‘quiñón’ de Panticosa. ¿Sabías que el valle de Tena hasta el año 1836 estaba dividido en tres quiñones?
Los quiñones eran un tipo de demarcación geográfica propia de esta zona de montaña que compartían leyes y privilegios. El valle estaba formado por el quiñón de Sallent, el de La Partacua y el de Panticosa, que es por el que toca pedalear.
De primer plato tienes algo más de dos kilómetros duros, con zonas de piedra suelta, pero con sombra y bastantes curvas de herradura, que eso siempre mola. Al pasar este tramo podrás respirar. El camino remonta el río Bolática, el terreno se abre bastante y te viene una zona de bajada suave hasta cruzar el puente del barranco de Laulot.
A partir de aquí, algún ‘pechugazo’, algún descansillo, tramos de bajada. El refugio de la Ripera te va a quedar a la izquierda y vas a cruzar el puente sobre el río de mismo nombre. Cuando pasan las nieves: territorio marmota. El sitio es impresionante. Seguirás ascendiendo hasta dejar la cascada de Tendeñera a la izquierda, que es donde la cosa se vuelve a poner seria.
Los algo más de tres kilómetros finales son fuera de categoría. Duros, muy duros, y bonitos, muy bonitos. Irás subiendo a zapatazos, a la sombra de la sierra de Tendeñera, serpenteando y viendo el terreno que vas dejando atrás, hasta encontrarte con el refugio del Verde. Lo del nombre lo vas a entender cuando estés allí, a no ser que seas daltónico, que ya no me queda muy claro si lo vas a pillar bien.
Y ahí es donde al fin llegas, cansado de pedalear, y donde estoy seguro que regresarás. Esta pista tiene ‘bonus track’, superando los dos mil metros hasta acabar en las faldas del Cerro del Morral, en la Paúl de Enmedio.