Distancia
18,1 km
Desnivel
1.260 m
Pendiente media
6,9 %
Km más duro
10,8 %
Altura puerto
2.181 m
Nivel puerto
HC
De Aratorés al refugio López Huici
Estás en la carretera N-260, entre Castiello de Jaca y Villanúa, en el inicio de la carretera que te lleva a Aratorés: empieza el puerto. Subida clásica al refugio de López Huici, por la pista de ‘Las Blancas’, sumando la subida por carretera al collau de Borau, que le da algo más de dureza. Puerto largo y duro superando los 2.000 metros de altitud. ‘Hors Categorie’ de libro.
La pista de ‘Las Blancas’ puede que sea la gran desconocida del Pirineo aragonés. Conservada en bastante buen estado, ya que va a parar a un refugio militar, es uno de los mejores miradores de alta montaña que puedes encontrar. Zona de vuelo del Quebrantahuesos y hábitat natural para la flor de las nieves, la mítica edelweiss. Ya te estoy dando unas cuantas razones para coger la bici y sudar un poco.
¡Súbete al carro de la vida y vamos a por ello!
Primer kilómetro duro, hasta el pueblo de Aratorés, pequeña bajadita y vuelve a picar hasta el collau. Aquí giras a la derecha y empieza la pista. Pista que, como he dicho antes y quitando alguna zona de grava o tierra suelta, está en buen estado.
Después de dos kilómetros de regalo, llega la parte central del puerto, que es la más dura en lo que a pendiente se refiere. Estás atravesando la sierra Carrascala, recogido entre el bosque, hasta que llegas a la caseta del Puerto de la Pinosa. El terreno se abre y empiezas a tener unas vistas espectaculares del valle de Borau primero y los picos del valle del Aragón un poco más adelante.
Entras en el Parque Natural de los Valles Occidentales y te va a parecer que entras en el paraíso. Además aquí la pendiente va a ser mucho más suave. Rodeas el pico Blancas y llegas al collado de la Magdalena, que es la cima del puerto.
Delante quedan los picos de la sierra de Aísa, y debajo de estos el cubilar de Rigüelo. Crema.
Desde aquí tienes dos kilómetros y medio de bajada hasta el refugio, por encima de los 2.000 metros de altitud, a los pies de los mallos de los Lecherines. Guárdate fuerzas que luego de vuelta los tendrás que subir.