De Oliván a San Cocoba
Auténtico puerto de cuento, o más concretamente de libro, en el que vas a descubrir lugares despoblados de la zona del Sobrepuerto, donde se juntan el recuerdo y la lucha por el olvido y la lluvia siempre es amarilla. ¡Esto me ha ‘quedao’ redondo!
El Sobrepuerto es una pequeña zona del Pirineo aragonés, que se encuentra en medio de unas cuantas cosas. Entre las tierras de Biescas-Sabiñanigo y el valle de Broto, entre los ríos Gállego y Ara, y entre las comarcas del Alto Gállego y el Sobrarbe. Todos los pueblos de su territorio quedaron deshabitados ya hace años por diversas razones, pero destaca el caso de Bergua, que en la actualidad empieza a poblarse de nuevo.
Te recomiendo leer el libro, ambientado en estos lugares, ‘La lluvia amarilla’, de Julio Llamazares. Una curiosa forma de ver el tema de la despoblación, y la vida en general, a través del último habitante de Ainielle.
La subida empieza en el puente sobre el barranco de Oliván, pasado el pueblo, en la pista que te va a llevar hasta el cruce de caminos, que es el alto de Basarán. El terreno es muy irregular, con tramos en perfecto estado y otros que no tanto. Tiene alguna zona de hormigón rallado, otras con bastante piedra suelta y pedruscos varios, pero se sube bien. La pendiente también varía mucho: zonas muy suaves y otras que llegan al 10% de pendiente media, los míticos descansillos y repechos. Como ves tienes un poco de todo.
Pasados los dos kilómetros de ascensión tienes un desvío que te acerca a Susín, pueblo despoblado, pero no abandonado. Acércate a verlo. De vuelta al puerto seguirás ascendiendo por el barranco de Oliván, junto al ruido del agua y protegido por el bosque hasta llegar al alto de Basarán, sobre los 10 kilómetros y medio de subida. Aquí tienes el cruce de caminos. Desvíos hacia Ainielle, Otal, Escartín, Basarán, Cortillas y Cillas, que es por donde continua la subida.
Pasado el cruce y poco más de un kilómetro adelante, en el cerro y la ermita de San Blas, tendrás que coger el desvío hacia la derecha, por la pista que es Cañada Real de Cotillas a Gésera, la que te va a llevar hasta la cima. A la izquierda quedarán los despoblados de Cotillas y Cillas. Aquí ya el terreno se abre bastante y vas a tener unas vistas espectaculares con el monte Oturia de fondo. Después de alguna pequeña bajada, repechos varios y un último kilómetro y medio exigente, habrás llegado al puerto de San Cocoba. Estás arriba y, como premio (si el día está despejado), mira la panorámica de los Pirineos que tienes a tu espalda. ¡Menudo mirador!