
Distancia
6,2 km

Desnivel
293 m

Pendiente media
4,7%

Km más duro
7%

Altura puerto
628 m

Nivel puerto
3ªCat
Del caserío Tabernillas al santuario Sancho Abarca
Estás en Sancho Abarca, pueblo de colonización perteneciente al municipio de Tauste, en la comarca de las Cinco Villas. El comienzo del puerto está junto al caserío Tabernillas, saliendo de la localidad en dirección suroeste por la pista recién asfaltada que te lleva a la ermita y hotel de Sancho Abarca.
¿Te sabes la historia de la talla de la virgen de Sancho Abarca? De origen gótico y francés, la encontró un pastorcillo roncalés apellidado Ibar el Jueves Santo de 1569, en el Cabezo del Fraile. Se lo dijo a un cazador taustano que andaba por allí y este salió rápidamente en su caballo a decírselo a sus vecinos en la iglesia de Tauste. El pastor hizo lo mismo con los vecinos de su pueblo, que era Fustiñana, y las dos villas subieron para arriba a por el descubrimiento. Cuenta la leyenda que para resolver quién se quedaba con la virgen, se sacrificó un cordero en la cima y la talla iría a parar al pueblo en la dirección a la que bajaba la sangre. Resulta que fue para Tauste.
Hoy en día la subida a Sancho Abarca es muy frecuentada por los amantes del cicloturismo, sobre todo en su versión de bici de carretera, en un terreno falto de desnivel en el que predomina el llano. Me avisan que ojito al puerto cuando sopla el cierzo, igual lo hace subir de categoría. Las vistas en su cima bien merecen el esfuerzo. Las Bárdenas Reales, el valle del Ebro, el Moncayo y una panorámica de los Pirineos que te dibujarán una sonrisa en la cara.
La cosa empieza suave, con un primer kilómetro que no supera el 3% de pendiente media. Desde el primer momento vas a divisar la cima del puerto. Una vez pasada ‘Villa Luisa’ y después de un pequeño descansillo, la pendiente sube un poquito pasando de baja a moderada. Nada serio, sigue siendo muy llevadera.
Pasando un par de curvas de herradura y bajo la mirada y algo de sombra de un pequeño bosque de pinos, te viene el primer punto serio de la ascensión. Algo más de 500 metros al 8% de pendiente media donde empiezan a picar un poquito las piernas.
Dejando atrás esta zona y pedaleando ya completamente a cielo abierto, te viene otro pequeño descansillo, curva de herradura a izquierdas y un nuevo tramo picante. Algo más de 200 metros alrededor del 9% de media. Una vez salvado esto, sigues ganando metros ya más suavemente hasta llegar a un llano pasados los cinco kilómetros de subida.
Ya sólo te queda un último pechugazo hasta llegar a la cima del puerto. Además de la ermita, encuentras un hotel restaurante y, como he dicho antes, un lugar con unas vistas que son crema. El premio al esfuerzo de escalar cualquier puerto en tu bici, suelen ser las vistas, y aquí tienes el premio gordo.