De Hospital de Tella a la sierra de las Sucas
Estás en Hospital de Tella, a medio camino entre Ainsa y Bielsa, en la comarca del Sobrarbe. Justo donde empieza la carretera que sube hasta el pueblo de Tella, empieza la ascensión de lo que se puede considerar un puertarraco asfalto+tierra turístico. Lo que vendría a ser un gigante. Al igual que lo era Silbán, el gigante del Sobrarbe.
La leyenda de Marieta y Silbán nos la va a contar Celedonio García (escritor, entre otras muchas cosas). Puedes seguir sus andanzas pinchando aquí.
«En la cueva la Espluca de lo Silbán de Tella habitaba un gigante, de rostro monstruoso, que se dedicaba a robar ovejas y atemorizaba a las gentes de las aldeas próximas, porque se decía que raptaba a las mujeres, se las llevaba a la cueva y nunca más se sabía de ellas. Un día raptó a una joven pastora en la que se había fijado, llamada Marieta. En la cueva la obligaba a peinarle y a despiojar sus largos cabellos. A Marieta no le faltaba de nada y Silbán se acabó enamorando. En una ocasión que el gigante se quedó dormido en su regazo, Marieta aprovechó para huir. Silbán, al despertarse, vio que la pastora se había escapado. Desde la entrada de la cueva la llamó a gritos: “Marieta, Marieta, torna a buscar la mandileta”. Silbán entró en una profunda depresión, no podía vivir sin ella. Así que decidió acercarse al pueblo para encontrar a la pastora. Los hombres de Tella habían decidido acabar con el gigante y para ello colocaron a la entrada del pueblo un cuenco de leche envenenada. Silbán, sin dudarlo se la bebió de un trago. Al momento comenzó a sentirse mal, pero aún pudo regresar a su cueva para morir. Marieta sintió pena por Silban. El gigante siempre la había tratado bien. Finalmente Marieta regresó a la cueva y lo enterró.»
La subida por carretera va a tener una pendiente constante en torno al 8% más o menos. Ojo que solo con esta parte ya daría para puerto de primera. Recogido por la vegetación, vas ganando metros pasando por las curvas de herradura del pueblo de Cortalaviña, el desvío de Revilla y el dolmen de Tella. Justo después de este último, y antes de llegar al pueblo con el mismo nombre, coges el desvío a la izquierda y ahí empieza la segunda parte de la subida. Habrá que ir pisando tierra.
Después de una pequeña bajadita, la pendiente sube bastante y ya se va a mantener alta casi hasta el final del puerto, superando el 9% e incluso el 10% de media, con tramos bastante más duros. Pasas por las cuevas de Coro Trásito y de los Osos, los refugios de Bucharbalo y de la Plana, hasta llegar a los pies de la Sierra d’as Zucas. Aquí tienes un kilómetro prácticamente plano para disfrutar del terreno y de las vistas, hasta llegar a la cima. La foto de la Peña Montañesa es oro.
He empezado diciendo que era un puerto turístico y, si te das cuenta, tienes un montón de sitios que visitar en la bajada. Todos ellos merecen la pena. Y si te parece poco aquí te viene un vídeo-dron de la zona realizado por Rubén Andreu. Lo tienes aquí abajo, justo después de las fotos. Siempre se ve mejor todo desde arriba, por eso subimos puyatas. Puedes ver las cosicas molonas que graba con su dron pinchando aquí.