De Escalona al collado de San Crabás
Subida al collado de San Crabás desde Escalona pasando por Muro de Bellos. No tendrá el ‘nombre’ del muro de Huy, ni el de Peguere, ni el de Bretagne, pero sí tiene el privilegio de estar ubicado entre la Peña Montañesa y el Cañón de Añisclo, en la comarca oscense del Sobrarbe.
La puyata está dentro del recorrido de la prueba ‘Contrebandiers’. ¿Y qué es Contrebandiers? Una carrera transfronteriza por equipos de trail running y MTB que une los valles franceses de Aure y Louron con la comarca del Sobrarbe. Se divide en dos etapas y cada una de ellas tendrá cuatro tramos diferenciados (dos a pata y dos en bici). ¡Ojito la qué están montando!
La prueba recorre los caminos y collados usados antiguamente por las gentes del lugar para ejercer el contrabando. Lo que fue durante mucho tiempo uno de los medios de vida más importantes de las gentes del Pirineo. Vida que se jugaban cruzando estos ‘caminos’ de alta montaña en condiciones adversas por una actividad que venía a representar el ansia de libertad y la ausencia de fronteras. La unión de regiones en un mismo territorio. Como dicen los mismos organizadores de la prueba: «Contrebandiers es la historia de un lugar unido, desde tiempos inmemoriables, por la historia común de sus gentes». Pues ya estaría…
Estos mismos caminos eran usados año tras año para migrar en busca de unas ‘perretas’ al otro lado de las montañas. ‘La emigración golondrina’. A esto le pusieron música y letra ‘La Ronda de Boltaña’ (con la colaboración de Rozalén a la voz) en su canción ‘La tumba de la golondrina’. ¡Gallina de piel!
El puerto en sí son algo más de seis kilómetros que superan el 7% de pendiente media. Comienza en Escalona, en el puente sobre el río Bellos, y se puede dividir en dos tramos.
Un primer tramo de asfalto muy constante (casi al 8,5% de media, lo que te hará romper a sudar) que te lleva prácticamente hasta Muro de Bellos. Localidad perteneciente al municipio de Puértolas que lo mismo te suena por ser el lugar de rodaje de la película ‘Bajo la piel del lobo’, grabada en 2018. Hoy en día se le puede considerar un despoblado con vida. De esos sitios que al pasar en días de fiesta se siguen oyendo las voces y las risas de la gente en las casas del pueblo. Aparte de eso, es una atalaya con unas vistas de la leche. Prismáticos en mochila siempre, que les darás uso.
Dejando atrás el pueblo, solo te quedan dos kilómetros de subida pisando tierra. Terreno más irregular, con algo de piedra suelta y algún tramo prolongado ‘picón’ que ronda el 9% de pendiente media para llegar al collado de San Cabrás, que es la cima del puerto.












