
Distancia
135 km

Desnivel
3.800 m

Puertos
3

Pueblos en ruta
16

Cima Coppi
2.139 m

Puerto más duro
La Collada
Vuelta gravel alrededor del pico Cotiella
“De tierra plana veo Cotiella, y me siento mejor”. Entre los ríos Cinca (al oeste) y Ésera (al este), la sierra Ferrera (al sur) y la sierra de Chía (al noreste), y la mítica bal de Chistau (al norte), se encuentra este gran macizo calcáreo separado del gran bloque pirenaico. Cual lobo solitario, muy a su rollo, como si se quisiera alejar de la manada y emprender viaje en solitario. Si tuviéramos que buscarle un símil ciclista, sería un cicloturista de los de antes, con alforjas, brújula y mapa de papel. Su pico principal, el Cotiella, se queda a las puertas de los 3000 metros de altitud, pero su ubicación y lo característico de su paisaje, le dan una fama mayor que muchos de sus ‘hermanos mayores’.
Que mejor homenaje que darle la vuelta en bicicleta. En este caso, la idónea sería una de gravel, aunque le puedes meter igual con una BTT rodadora si no te importa comerte más asfalto de la cuenta, o con una bici de carretera y ruedas de 30 (en este caso sólo si trabajas en Ciclofactoria).
Es una ruta circular, tirando a ser exigente si la haces de una sola tirada. El punto más lógico de salida y meta me parecía el pueblo de Campo, y como soy yo el que diseña la ruta, pues ahí lo he ‘cascao’, aunque puedes organizarte como mejor te venga (solo faltaba…).
Y de Campo se sale para arriba (que se note que nos gustan los puertos), pero muy poco a poco, no asustarse. Toca remontar el Ésera por el remodelado y reformado congosto de Ventamillo. Carretera para arriba hasta llegar a Castejón de Sos (sin llegar a pisar el pueblo). Con las últimas obras y aperturas de nuevos túneles, puede que el track se vaya un poco, pero no hay pérdida si no dejas de pisar la carretera. Decía que no llegas a Castejón porque toca desviarse a la izquierda, justo cuando el pueblo queda a la derecha, para afrontar, ahora sí, el primer puerto del día. El mítico puerto de Sahún.
Me apetecía llevar la ruta por aquí como recuerdo a lo que dejará de ser este puerto. Parece que va p’alante el asfaltado del recorrido íntegro que hace de unión entre los valles de Chistau y Benás. Egoístamente y desde mi perfil de ciclista solitario y curioso (y flipao, ya que estamos, que vaya manera de definirme), prefiero la magia del puerto tal y como esta, de tierra (y con ese hormigonado tan característico de la cima). Entiendo que el asfaltado puede traer otras mejoras (además de quedar un puertarraco de la leche para hacer encadenados con la de carretera). Ojala, cuando se vaya la tierra y lleguen los coches, cuidemos entre todos este espacio pirenaico tan bonito.
El puerto es precioso, además de duro y largo, lo tiene todo. Otra opción de paso sería subiendo por Seira y la parte este de la sierra de Chía, pero ya la dejaría para cuando llegue el asfalto.
La bal de Chistau es una auténtica maravilla para las ruedas de tacos. Se podría hacer ‘fácil’ y pasar el valle por la carretera, siguiendo el curso del río Cinqueta, pero hemos venido a jugar. Te he propuesto la subida a la Cruz de Guardia, gran desconocido en lo que a puertarracos de tierra se refiere, ya me cuentas que te parece. Hay un pequeño tramo de ida y vuelta para coronar el puerto, que es tan necesario o más, que cualquier tramo que vas a recorrer en esta ruta. El collado y cima del puerto, separa los valles de Chistau y Bielsa en lo que es un magnífico mirador que supera de largo los 2000 metros de altitud. ¡Oro puro kiooo!
Si te lo quieres complicar más, antes de subir a la Cruz Guardia puedes hacer el bucle de l’Abet. Se coge en San Juan de Plan y te devuelve al pueblo bajando por la pista de Viadós. A poco que seas curioso, ya tendrías que estar hurgando el ‘Maps’. ¡No te voy a dar todo mascao!
Dejando el Cinqueta para desembocar en el Cinca y siguiendo el curso de este último, llegarás (carretera abajo) al cruce y posterior puente que te llevan a Laspuña. Y de ahí, a la Collada de Ceresa. Sin medias tintas, ni lenguajes ‘correctos’. Este puerto pica de cojones y en verano es un horno (aunque a veces te proteja un poco el bosque). A sudar, no te queda otra.
Piensa que cuando corones, todo es cuesta abajo. Si no fuera porque vas a tener algún ‘repecho’ de esos que hacen que te acuerdes de mi familia más cercana cuando piensas que todo iban a ser risas. Por no pintar todo tan negro, en Senz puedes parar a comprar queso. Con un jarrica y cenando después de la ducha se te va a hacer crema.