





De Bolea al pico Caballera
¡Caballera, Caballera, Caballera, sierra Caballera! Prueba a ponerle música y verás cómo no te la quitas de la cabeza en todo el día. Lo mismo te va a pasar, para bien, si te atreves con esta puyata.
Subida al pico Caballera, punto más alto de la sierra del mismo nombre. Situada entre la sierra de Loarre y la sierra de Gratal, en el denominado Reino de los Mallos de la provincia de Huesca. «¡Se está quedando un medievo fantástico!» que diría Lars Julrich. Turismo, cultura y naturaleza, en una zona maravillosa para exprimir la bicicleta de montaña.
El puerto empieza en Bolea, el pueblo de la cereza. ¿Sabías que aquí se cultivan más de 20 variedades de la misma? ¡Poca broma eh! Se recogen entre los meses de mayo y julio, y en el mes de junio celebran la ‘Feria de la Cereza’, donde se puede comer y comprar este producto, además de asistir a talleres y actuaciones. Con el mimo que tratan a esta fruta, el logo de ‘Pacha’ debería ser propiedad del pueblo. ¡Eso como mínimo!
Empiezas a pedalear dirección norte, por pista más o menos ancha y en perfectas condiciones. Aquí la pendiente es bastante suave, y vas ganando altura poco a poco, entre huertos, compartiendo camino (nunca mejor dicho) con el Camino Natural de la Hoya de Huesca. Este tramo viene bien para ir entrando en calor. Una vez pasado el desvío de la ermita de la Trinidad, es donde vas a romper a sudar del todo.
Después de un mítico ‘repecho+descansillo’ (esto es de primero de puertos y el orden de factores no altera el producto, siempre van seguidos) te vienen las no menos míticas ‘Zetas de Bolea’. Comienza el cancaneo. 24 curvas de herradura protegidas por matorral y bosque de pino, en algo más de 5 kilómetros y medio por encima del 7,5% de pendiente media. Importante saber que en cada giro, la pendiente se multiplica por dos, o por tres. Luego no digáis que no avisamos.
Con todo esto, al pozo de nieve de Mata Menuda tienes que llegar ‘goteando agua con sal’, o por lo menos con brillo en la frente. Su construcción (la del pozo) data del siglo XVII y calculo que se mantendría activo hasta bien entrado el siglo XX. La llegada de las neveras eléctricas jubiló estas obras. Con lo escasa que está la nieve en los últimos tiempos, ojo no empiecen a funcionar versiones modernas de estos pozos.
Pasado esto, te vienen dos kilómetros de sube y baja (más sube que baja) antes de coger un giro a la derecha, salirte de la pista principal, y enfrentarte al monstruo final. Antes de afrontar el último tramo dudaba si clasificar el puerto como un primera categoría. Antes, he dicho. Una vez en la cima no tenía dudas, Hors categorie.
Te quedan algo menos de 3 kilómetros que rozan el 11% de media, con picos de pendiente prolongados del 14, 15, 16 y hasta 22,5 por ciento, en terreno algo más roto y muy pedregoso. Si consigues hacer cima sin echar pie a tierra, tienes el respeto del equipo de www.puyatasmaestras.com, que básicamente somos mi hermana y yo. ‘Desafio Caballera’ lo llaman en el ‘Reino de los Mallos Bike’, dónde vas a encontrar rutas para todos los gustos y niveles en los alrededores.
Las vistas en la cima ya son de otro nivel, canela en rama, juego pasado.