De Yebra de Basa a San Cocobá
Estás en Yebra de Basa, localidad que pertenece a la comarca del Álto Gállego en la provincia de Huesca. Situado en la parte baja del valle de Basa, por el que pasa el río de mismo nombre. Parece que todo ‘danza’ en torno a Basa por estas tierras (vaya manera de enlazar cosas, ahora lo vas a ver).
Pueblo de danzantes (lo dicho), de los que ya hablaba Labordeta en ‘Con la voz a cuestas’, hace ya un puñado de años. ¡Qué grande era el abuelo! En este caso va a ser «Con la bici a cuestas» porque en Yebra empieza la subida hasta San Cocobá. Puerto tirando a largo y de pendientes moderadas. Vas a pedalear a pleno sol pasando por sitios como la cascada del Chorro y la ermita de Santa Orosia.
Yebra de Basa ganó mucho en conexiones por carretera con la obra del túnel de Petralba, terminada en 2012. Se abrieron las puertas del Parque Nacional de Ordesa y se acortaron distancias con pueblos como Fiscal, Broto, Boltaña o Ainsa. Para los amantes de la bicicleta de carretera fue un avance. De hecho, la marcha cicloturista Quebrantahuesos cambió el recorrido de la Treparriscos en función de esta obra. Anteriormente subía por el valle de Tena para hacer un bucle en Formigal.
Para comenzar, tienes que cruzar el pueblo y dirigirte hacia el norte. Junto al barranco de Santa Orosia sale la pista que te va a subir hasta la ermita del mismo nombre. Camino ancho y en perfectas condiciones, de pendiente muy constante. Un poco más dura la primera mitad de la subida, pero muy llevable. Puerto de los que se suben fácil cuando encuentras tu ritmo. Eso sí, cara sur durante toda la subida y, exceptuando el primer kilómetro, nada de sombra. Ojo con el solazo de verano que se puede hacer más duro de lo que pueda parecer.
Después de ganar altura mediante varias curvas de herradura, las vistas del pueblo son impresionantes. Llegarás hasta el puerto de Sobás, donde la pendiente suaviza y pasados los ocho kilómetros y medio, si te fijas a tu izquierda, podrás ver la ermita de San Cornelio y de la Cueva, incrustada en la misma roca, al lado de la cascada del Chorro. La imagen es bastante impresionante.
Sigues subiendo y dos kilómetros y medio más adelante te vas a encontrar con la ermita de Santa Orosia, seguida del puerto con el mismo nombre. Coges el desvío a la izquierda y en poco más de un kilómetro y medio estarás en la cima. Si el día está claro, la postal de los Pirineos que vas a tener hace que merezca la pena el «sufrimiento».