
Distancia
100 km

Desnivel
4.000 m

Puertos
3

Pueblos en ruta
4

Cima Coppi
2.590 m

Puerto más duro
Punta Liena
Los tres gigantes de Bielsa
Ruta pirenaica de alta montaña, 100% ciclable por pistas de tierra y enlaces por carreteras secundarias, apta para BTT y bicicleta de gravel (contando con que alguna zona más pedregosa vas a tener).
Se trata de un reto ciclista de alto nivel físico, ya que acumulas 4000 metros positivos en tan sólo 100 kilómetros de recorrido. Un sube y baja a tres auténticos ‘puertarracos’ que poco tienen que envidiar a las subidas míticas de las grandes vueltas, con el plus de que estos son de tierra. Vas a ‘disfrutar sufriendo’ en un entorno precioso, pedaleando mucho tiempo por encima de los 2000 metros de altitud.
La base de operaciones, salida y llegada de la ruta, es la localidad de Bielsa. Pueblo de referencia en el Ato Aragón (conocido es su carnaval) y puerta de entrada a territorio francés remontando el puerto y previo paso por el túnel de mismos nombres que el pueblo. Al otro lado quedan los colosos pirenaicos del Portet, Val Louron, Ancizan, Aspin, etc, que seguro te suenan de las grandes etapas de montaña del Tour de Francia.
Más arriba del túnel mencionado anteriormente, queda el conocido como ‘Puerto Viejo de Bielsa’. Paso fronterizo accesible únicamente a pie y ligado al recuerdo de lo que fue uno de los últimos episodios bélicos de la Guerra Civil Española, la conocida como ‘Bolsa de Bielsa’. Esta batalla supuso el último reducto de resistencia republicana en el Pirineo aragonés y trajo consigo la reducción a cenizas de Bielsa y sus aldeas por parte del ejército nacional. Muchas personas (incluidos ancianos y niños) se vieron obligadas a caminar durante días con ‘la casa a cuestas’ usando este paso de alta montaña (con las penurias que eso conlleva) para poder salvar la vida. Muchas de estas personas no regresarían nunca a su casa.
Otra ‘migración pirenaica forzosa’ era la conocida como migración golondrina. Mujeres que cruzaban la frontera en busca de un trabajo con el que sobrevivir y mantener a su familia, en las empresas de zapatos o alpargatas francesas. Todo esto lo cuentan y cantan perfectamente la ‘Ronda de Boltaña’ en su canción titulada ‘La tumba de la golondrina’. “¿Quieres cerrar la puerta? Piensa en tus hijos subiendo el puerto. ¿Te he de recordar, que aquí aún sabemos que es emigrar?”. Letra que me sirve para decirte, y volviendo a la bici, que es una ruta abierta a todo tipo de público y todo tipo de ciclista es bienvenido. La dificultad técnica es muy baja, con lo que si no te gusta ‘sufrir pedaleando’, puedes llegar a las diferentes cimas mediante una bicicleta eléctrica.
El primer puerto a superar es la subida al refugio de La Estiva por la pista forestal que sale del pueblo de Espierba. Se remonta el precioso valle de Pineta ganando altura por su pared izquierda si tomamos como referencia el curso del río Cinca. Es el puerto más llevadero en cuanto a dureza y me atrevería a decir que el más alto en belleza. Todo lo que vas a ver aquí es ‘oro puro’. El Balcón de Pineta, la cascada del Cinca, etc… En la cima del puerto te espera el refugio de libre uso de La Estiva, totalmente reformado y adecentado por la gente de Refugios Libres Dignos. Refugios Libres Dignos son un grupo de amigos que se dedica (altruistamente) a dar un lavado de cara a los refugios libres del Pirineo aragonés y alrededores. Convierten los refugios en ‘auténticos hostales de libre uso’ (vamos, que son gratis) en los que poder pasar una o varias noches dignamente. Pintan, barnizan, arreglan techos y chimeneas, crean una pequeña librería, ponen botiquín, utensilios de cocina e incluso dejan una guitarra para que la música este siempre presente en la montaña. Respeto máximo para este grupo humano increíble. El mismo respeto que debemos tener los usuarios, con el cuidado de estos refugios y su entorno, para mantener y poder disfrutar de esta iniciativa siempre que queramos. Después de llegar al llano de la ‘Colladeta Plana Fonda’ (un pelín más arriba del refugio), te toca volver a Bielsa para afrontar la segunda puyata de la ruta.
En aragonés, ‘puyata’ significa ‘subida’. En el norte de Aragón hay tantos derivados del aragonés como valles pueda tener el Pirineo. En el valle de Bielsa, por concretar, se habla el ‘Belsetán’, y de ahí viene el nombre de la ruta que estamos describiendo.
La segunda puyata (ahora que ya sabes lo que significa) es Punta Liena. Considerado por muchos el puerto más duro de Aragón, es la pista más alta a la que puedes llegar pedaleando en toda la comunidad. O lo que sería lo mismo, nuestra cima Coppi, que nos gustan las comparaciones ciclistas. Por hablar de números, 16 kilómetros y medio rozando el 9% de pendiente media. ¡Telita con el asunto! Si ya te digo que los últimos 8 kilómetros son por encima del 10%, ¿cómo te quedas?
Tras un primer tramo de carretera para llegar al bonito pueblo de Chisagües, pasas a remontar el valle del río Real por la conocida pista de Ruego o pista de Liena. Pendiente más o menos llevadera hasta llegar a un ‘repecho’ de 800 metros que roza el 20% (poca broma). Tras un giro a derechas y en terreno completamente abierto, entras en los anteriormente anunciados últimos y agónicos kilómetros del puerto. Abre bien los ojos (y los pulmones) porque aquí todo es precioso. Si puedes girar la cabeza, veras asomar la silueta de los Treserols (Cilindro de Marboré, Monte Perdido y Soum de Ramond) a tu espalda. A tu izquierda los picos Robiñera y La Munia (justo encima de las minas de Parzán*) y a tu derecha asoman las primeras paredes de Pineta a espaldas de la sierra de Espierba y el pico Comodoto. De verdad, el sitio es más bonito de lo que te puede contar o puedas ver en las fotos. ¡Tienes que venir!
*Las conocidas como minas de Parzán, cerradas o sin actividad minera desde el año 1933. Situadas alrededor de los 2500 metros de altitud y en pleno Pirineo, imagina como sería las condiciones de trabajo a principios del siglo XX en estos lugares. ¡Auténticos superhéroes aquellos mineros!
Con el descenso hecho, ‘sólo’ te queda una última puyata para ganarte la cena y terminar la ruta. La subida al ibón de Urdiceto. “El Mortirolo aragonés” que le gusta llamarlo a ‘Puertos de Huesca’ (recomiendo visitar su blog). Casi 11 kilómetros de puerto por encima del 11% de pendiente media. Para ser el último no está nada mal…
Con pendientes altísimas, pero muy constante y sin ‘grandes repechos’ (espero que se me entienda) no te queda otra que subir dando chepazos. O como lo hacía Escartín (por buscar de nuevo el símil ciclista y en este caso también altoaragonés). Remontando el barranco de Urdiceto, ganas altura muy rápidamente cubierto por un bosque, que desaparece y pasa a ser pradera a cielo abierto una vez que superas la central hidráulica (sobre los 2000 metros de altitud). Las sensaciones de pedalear por aquí son únicas, la llegada al ibón ya es pasarse el juego. Por cierto, ‘Ibón’ quiere decir lago de alta montaña en aragonés. ¡Lo que nos gusta aquí unir ciclismo y cultura!. Si ya le añades la gastronomía típica de la zona, te vas de Bielsa con el pack completo y ganas de volver seguro.
Bonus track: si aparte de rodar por pistas y caminos también te gusta la adrenalina de los descensos en todas sus vertientes, échale un ojo a la propuesta de ‘Bielsa Trocs’. Podrás incluso unir las subidas que te proponemos en nuestra ruta con alguna de sus bajadas.