





De Borau a donde sea…
¿Te apetece sentarte a la ‘Mesa de los Tres Reyes’? El nombre de esta montaña salió de la unión geográfica, en su cima, de tres reinos; Aragón, Bearne (Francia) y Navarra, siendo el punto más alto de este último. ‘Meseta d’os Tres Reis (aragonés), ‘Table des Trois Rois’ (francés), ‘Hiru Erregeen Mahaia’ (euskera), que nos gusta llamar a las cosas por su nombre.
En torno a esto, tienes el territorio por el que vas a pedalear en la La Isolé Ultrafondo «Tres Reinos». Una ruta circular con salida y meta en Borau, tres pasos fronterizos y diez puertos de montaña repartidos en 173 kilómetros, con 4000 metros de desnivel positivo. Una ruta que no pretende otra cosa, que unir «Tres Reinos» en un mismo lugar, el Pirineo. Derribando fronteras a golpe de pedal.
Un desafío descomunal, con una gran característica que lo hace diferente; se realiza en grupetas de 3 a 5 ciclistas, que deben salir, pedalear, y llegar a meta unidos. «Será muy difícil que no reviente uno por grupeta, porque es difícil adecuar ritmos. Tendrán que ser lo que el FAGOR a Ocaña en el Ballon d’Alsace, Tour de France 1969» (guiño, guiño). Un esfuerzo colectivo que busca priorizar al grupo por encima del rendimiento individual. Si alguien para a por agua, el grupo para. Si alguien se mea, el grupo para. Si alguien rompe motor, el grupo lo ayuda. Si alguien se caga, no lo dejéis solo como al pobre Dumoulin , que esos detalles marcan la diferencia.





A cara de perro y de buena mañana os viene la primera puyata. De Borau se sale ‘cuesta arriba’ para coronar la cima Javierre. Os va a parecer una broma en comparación con el final de la ruta, pero con eso iremos después. Bajada por Aratorés y giro a la izquierda para, camino de Francia, afrontar el puerto del Somport. Igual al pasar por Villanúa, echando la vista hacia Collarada, se os viene a la cabeza aquella canción que decía, «Esta es la albada del viento, la albada del que se fue». No os quedan puertos por subir, ya podéis ser «duros del roquedal» si queréis volver.
Después de un largo descenso y tras un giro a la izquierda en Osse-en-Aspe se viene el plato fuerte. Col de la Pierre Saint Martin, previo paso por col de Labays, previo paso por col de Hourataté. Un tres en uno. HORS CATEGORIE con mayúsculas. De aquí, todo lo que pueda decir, no le va a hacer justicia. Es tan duro como bonito, y bonito es mucho. Suerte que la ruta no es el trece de julio y os libráis de hacer el ‘Tributo de las Tres Vacas’. Sería feo romper un tratado de más de 600 años de historia. Anda que no os estoy dejando pildoritas para hacer trabajar al señor ‘Google’.
Larra-Belagua (curva helicoidal incluida), es de esos puertos que es más chulo bajarlo que subirlo. ¡Qué bonita se ve la parte alta del valle del Roncal desde arriba! Con un giro a la izquierda, entráis en el valle de Belabartze para afrontar el puerto del mismo nombre. Importante es la fuente que os vais a encontrar en las primeras rampas de la subida. Cuando aprieta el calor y la boca está seca, se aparece como un oasis en el desierto, es la ‘anti-pájaras’. A un servidor le salvó del golpe de ‘Monsieur Masó’. Hace la función de aquel mítico bidón que le dió Coppi a Bartali, ¿o era Bartali a Coppi?
Dejando atrás Zuriza tras un giro a la derecha, encaras el largo y bonito descenso hacia Ansó. Lo más difícil será no parar en ninguna de las tres bordas de comida tradicional Ansotana que te vas a encontrar durante la bajada. Es fin de semana y tendrán las ollas hirviendo y las parrillas enchufadas. Con un plato de migas en la tripa y el sol pegando, te digo yo que el puerto del Vedao os va a parecer el Galibier.
Superado esto y al pasar por Hecho, doy por hecho (pido perdón por el chiste) que estaréis pensado: «vaya mañana guapa llevamos». ¿Cómo se diría esto en ‘Cheso’? ‘Menuda mañana pólida que somos pasando’. Está claro que este párrafo no va a ningún sitio, pero os he hecho leer una frase en ‘Cheso’, variante del aragonés que se sigue hablando en el valle de Hecho.
Cogiendo el desvío hacia el valle de Aragües, os toca subir el collado de Jasa. Y menos mal que he dicho ‘os toca subir’ y no bajar, porque el terreno está de gravel. Esto le da más épica al asunto. La vertiente de Aisa, que es la que haréis de bajada, está algo mejor pero algún agujero tiene, así que cuidado. Que no se accidente nadie, que contamos con todos para comer y está feo tirar la comida.
Puerto de Aisa (precioso) y estaréis en Borau. «¡Meta!» diréis. Pues no. Queda una última subida a la cima Javierre (que diferente la vais a ver ahora). Seguramente os preguntareis, «¿Por qué subimos esto si la comida y los barriles de cerveza están en Borau?» Pues básicamente por joder, ¡qué somos isolés! Y en homenaje a José María Javierre, con orígenes en Borau y primer español en correr un Tour de Francia. Y también porque así redondeamos a 4000 metros de desnivel y queda más bonito.