





De Fiscal a la sierra Berroy
Estás en Fiscal, municipio de la comarca oscense del Sobrarbe. En la rotonda donde empieza la carretera que sube a Bergua comienza el puerto. Subida híbrida asfalto-tierra, con bastantes atractivos deportivo/culturales y una parte final que probablemente te sorprenda.
En primer lugar vas a pasar por la base de la tirolina más rápida del mundo. Son 2 kilómetros de descenso, salvando 400 metros de desnivel llegando a alcanzar los 160 km/h. Tirolina Ordesa Pirineo. Ojito porque ya te estoy dando opciones para después de pedalear.
Además el pueblo de Bergua es la puerta de entrada a la zona del Sobrepuerto por su lado este. Perteneciente al municipio de Broto, estuvo prácticamente deshabitado durante muchos años, pero en la actualidad empieza a poblarse de nuevo. Es más, yo la llamo Logan porque se está regenerando al igual que hace Lobezno. Es posible que sea un poco friki. Pero sólo un poco.
¿Y qué pasa con el final del puerto?. Un empedrado que ríete tú de los adoquines de la Paris Roubaix. En lo alto de la sierra y en mitad de la nada, ciertamente fue una sorpresa. No sé porque cuando veo este tipo de calzadas siempre me imagino a Astérix y Obelix (menhir en mano) de vuelta a la aldea gala después de visitar al César. Parece que ¡están locos estos romanos!
La primera parte del puerto, hasta llegar al pueblo de Bergua, es la que haces por asfalto. Carretera chulísima y casi cerrada por la vegetación. Que no te engañe la pendiente media porque que tienes que fijarte en los tramos. Altimetría de escalera total en la que parece que vas ganando altura peldaño a peldaño. El clásico descansillo/repecho en el que tienes zonas prolongadas de las que se pintan en rojo y algún pico de pendiente de los que se pintan en negro. Por lo tanto, ¡a divertirse!
En el pueblo, giro a la izquierda y empiezas a pisar tierra. A partir de aquí la subida se hace constante y la pendiente media sube lo suyo, haciendo que hasta la cima sea un puerto exigente. Recuerdo ver montones de troncos recién talados a los lados del camino en esta parte del puerto y sobre todo me viene a la cabeza el olor de los míticos lápices Alpino. A eso me olía esta zona, como si no dejara de sacarle punta a uno de ellos.
Y en el final está la sorpresa, o estaba porque ya te la he contado antes. El terreno se abre y vas ganando los últimos metros de ascensión sobre un empedrado precioso hasta llegar a la antena, en plena sierra Berroy, que es la cima del puerto. La peña Canciás te queda delante y lo demás te dejo descubrirlo a ti.